Serán los años, o los palos, los que me hacen estar cada vez más jodido o pasar más de la gente y de sus pedradas mentales. Me toca los cojones la falta de compromiso de la gente, la arbitrariedad, el poco tacto, y los que piensan que se pueden lograr metas sin comprometerse-en la consecución de las mismas. Podemos soñar, vivir y pensar en tener una moto, en hacer una ruta, en unirnos a un grupo, en disfrutar de estos días de verano que tenemos por delante, pero creo que en todo necesitamos cierto grado de compromiso, aunque luego la comodidad o el egoísmo nos hagan prescindir de él. Preferimos quejarnos de las cosas antes que hacer algo para cambiarlas, en lugar de ser generosos, y aportar más esfuerzo, bienestar o cariño sin que esto suponga una carga. Construimos unos cimientos alrededor de nuestras pautas de comportamiento, de nuestra forma de vida, en la que difícilmente aceptamos una crítica ajena o una forma de ser diferente a la nuestra, así que, como un acto reflejo, tendemos a rechazarla, calificarla de incorrecta e intentamos hacer que los otros piensen o actúen como nosotros. Para mí, eso es una falta de compromiso social que supone un obstáculo a la hora de que todo lo que tenemos a nuestro alrededor fluya con una mayor armonía. Son aspectos que nos llevan a realizar las típicas y estúpidas comparaciones entre moteros de un tipo y moteros de otro, de etiquetas sin sentido como el manido debate de lo qué es o lo que deja de ser un auténtico biker, de quién hace más o menos kilómetros y mil y una idioteces que siempre han supuesto un lastre para el mundo motero en genera': creer en tu propio concepto sin adr -tir otros e incluso negándolos en rotundo, para luego además hacer ver al resto de la gente que tu órbirta gira en el universo del Mundo de Wayne donde todo va bien. Sed buenos.
domingo, 21 de junio de 2009
LA PERRA NEGRA
Una moto de estilo retro no es algo que llame mucho la atencion, porque en estos momentos cualquier cosa le llaman ¨custon¨. Pero si la inspiracion se busca en Europa en los anos 50, y se construye de cero, ya estamos ante algo mas serio, CAFE RACER.
Serán los años, o los palos, los que me hacen estar cada vez más jodido o pasar más de la gente y de sus pedradas mentales. Me toca los cojones la falta de compromiso de la gente, la arbitrariedad, el poco tacto, y los que piensan que se pueden lograr metas sin comprometerse-en la consecución de las mismas. Podemos soñar, vivir y pensar en tener una moto, en hacer una ruta, en unirnos a un grupo, en disfrutar de estos días de verano que tenemos por delante, pero creo que en todo necesitamos cierto grado de compromiso, aunque luego la comodidad o el egoísmo nos hagan prescindir de él. Preferimos quejarnos de las cosas antes que hacer algo para cambiarlas, en lugar de ser generosos, y aportar más esfuerzo, bienestar o cariño sin que esto suponga una carga. Construimos unos cimientos alrededor de nuestras pautas de comportamiento, de nuestra forma de vida, en la que difícilmente aceptamos una crítica ajena o una forma de ser diferente a la nuestra, así que, como un acto reflejo, tendemos a rechazarla, calificarla de incorrecta e intentamos hacer que los otros piensen o actúen como nosotros. Para mí, eso es una falta de compromiso social que supone un obstáculo a la hora de que todo lo que tenemos a nuestro alrededor fluya con una mayor armonía. Son aspectos que nos llevan a realizar las típicas y estúpidas comparaciones entre moteros de un tipo y moteros de otro, de etiquetas sin sentido como el manido debate de lo qué es o lo que deja de ser un auténtico biker, de quién hace más o menos kilómetros y mil y una idioteces que siempre han supuesto un lastre para el mundo motero en genera': creer en tu propio concepto sin adr -tir otros e incluso negándolos en rotundo, para luego además hacer ver al resto de la gente que tu órbirta gira en el universo del Mundo de Wayne donde todo va bien. Sed buenos.
Serán los años, o los palos, los que me hacen estar cada vez más jodido o pasar más de la gente y de sus pedradas mentales. Me toca los cojones la falta de compromiso de la gente, la arbitrariedad, el poco tacto, y los que piensan que se pueden lograr metas sin comprometerse-en la consecución de las mismas. Podemos soñar, vivir y pensar en tener una moto, en hacer una ruta, en unirnos a un grupo, en disfrutar de estos días de verano que tenemos por delante, pero creo que en todo necesitamos cierto grado de compromiso, aunque luego la comodidad o el egoísmo nos hagan prescindir de él. Preferimos quejarnos de las cosas antes que hacer algo para cambiarlas, en lugar de ser generosos, y aportar más esfuerzo, bienestar o cariño sin que esto suponga una carga. Construimos unos cimientos alrededor de nuestras pautas de comportamiento, de nuestra forma de vida, en la que difícilmente aceptamos una crítica ajena o una forma de ser diferente a la nuestra, así que, como un acto reflejo, tendemos a rechazarla, calificarla de incorrecta e intentamos hacer que los otros piensen o actúen como nosotros. Para mí, eso es una falta de compromiso social que supone un obstáculo a la hora de que todo lo que tenemos a nuestro alrededor fluya con una mayor armonía. Son aspectos que nos llevan a realizar las típicas y estúpidas comparaciones entre moteros de un tipo y moteros de otro, de etiquetas sin sentido como el manido debate de lo qué es o lo que deja de ser un auténtico biker, de quién hace más o menos kilómetros y mil y una idioteces que siempre han supuesto un lastre para el mundo motero en genera': creer en tu propio concepto sin adr -tir otros e incluso negándolos en rotundo, para luego además hacer ver al resto de la gente que tu órbirta gira en el universo del Mundo de Wayne donde todo va bien. Sed buenos.
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