domingo, 21 de junio de 2009

HARLEY DAVIDSON by Ramon
















TRATALA BIEN...CABRON

Tenemos una nueva adquisicion en la familia, que sigue el camino emprendido por manolo clubiker, ese gran cabron bipolar.

Con aspecto tenebroso y muy reventada, cayo en las manos de Polo, un tipo realmente peculiar. No tardo mucho en desmontarla reparar los bollos y ...como por arte de magia y 200 euros,..Hecho.















LA PERRA NEGRA

Una moto de estilo retro no es algo que llame mucho la atencion, porque en estos momentos cualquier cosa le llaman ¨custon¨. Pero si la inspiracion se busca en Europa en los anos 50, y se construye de cero, ya estamos ante algo mas serio, CAFE RACER.

Serán los años, o los palos, los que me hacen estar cada vez más jodido o pasar más de la gente y de sus pedradas mentales. Me toca los cojones la falta de compromiso de la gente, la arbitrarie­dad, el poco tacto, y los que piensan que se pueden lograr metas sin com­prometerse-en la consecución de las mismas. Podemos soñar, vivir y pensar en tener una moto, en hacer una ruta, en unirnos a un grupo, en dis­frutar de estos días de verano que tenemos por delante, pero creo que en todo necesitamos cierto grado de compromiso, aunque luego la como­didad o el egoísmo nos hagan pres­cindir de él. Preferimos quejarnos de las cosas antes que hacer algo para cambiarlas, en lugar de ser generosos, y aportar más esfuerzo, bienestar o cariño sin que esto suponga una carga. Construimos unos cimientos alrededor de nuestras pautas de com­portamiento, de nuestra forma de vida, en la que difícilmente acepta­mos una crítica ajena o una forma de ser diferente a la nuestra, así que, como un acto reflejo, tendemos a rechazarla, calificarla de incorrecta e intentamos hacer que los otros pien­sen o actúen como nosotros. Para mí, eso es una falta de compromiso social que supone un obstáculo a la hora de que todo lo que tenemos a nuestro alrededor fluya con una mayor armo­nía. Son aspectos que nos llevan a realizar las típicas y estúpidas compa­raciones entre moteros de un tipo y moteros de otro, de etiquetas sin sen­tido como el manido debate de lo qué es o lo que deja de ser un autén­tico biker, de quién hace más o menos kilómetros y mil y una idiote­ces que siempre han supuesto un las­tre para el mundo motero en genera': creer en tu propio concepto sin adr -tir otros e incluso negándolos en rotundo, para luego además hacer ver al resto de la gente que tu órbirta gira en el universo del Mundo de Wayne donde todo va bien. Sed buenos.